Vámonos al cine! Steven Spielberg llevó a la gran pantalla la vida de Frank Abagnale, un estafador a gran escala que consiguió falsificar cheques de la compañía hoy extinta Pan Am durante unos 5 años, llegando a estafar más de 2,5 millones de dólares durante los años 60. Hoy trabaja para el FBI siendo el director del departamento de Fraude Fiscal. Sus técnicas de estafa fueron tan espectaculares que incluso ha formado al equipo del FBI con el fin de evitarlos en el futuro.
Durante su adolescencia en Nueva York, Frank aprendió a conseguir dinero fácil; deseaba demostrarle a su padre cuán lejos podía llegar en la vida. Cuando su padre le regaló su primer automóvil usado, también lo convenció de que le prestara su tarjeta de crédito para adquirir repuestos. Con ella compró piezas que vendió más tarde a menor precio al dueño de un taller para tener dinero en efectivo, hasta que su padre lo descubrió. Después aprendió que podía realizar fraudes bancarios de varias formas sin que nadie se percatara. Empezó a falsificar cheques; en un principio abrió varias cuentas de banco a su nombre.
Estos no fueron los únicos tipos de actos ilícitos que realizó, pues también adquirió personalidades falsas ejerciendo ilegalmente como médico, como copiloto de Pan Am, como abogado, como agente del Servicio Secreto y otros. Durante dos años Abagnale fingió ser un piloto de la agencia aérea Pan Am bajo el nombre de Frank Taylor, un empleado de cortesía que necesitaba trasladarse de un país a otro. Lo logró gracias a que había obtenido un uniforme y falsificado la identificación de Pan Am.
Trabajando como pediatra.
Adoptó la personalidad de Frank Conners, un pediatra del hospital de Georgia, para lo que obtuvo identificaciones falsas y durante once meses “ejerció” la medicina hasta que decidió abandonar esta práctica cuando puso en riesgo la vida de un bebé.
Trabajando como abogado.
A la edad de 19 años fingió ser el abogado Robert Black, graduado de la Universidad de Harvard. Ejerció la abogacía durante varios meses. Durante sus primeros fraudes fue perseguido por el agente del FBI Joseph Shea, de quien se escapó en repetidas ocasiones hasta que finalmente el agente lo capturó en Francia. Antes de cumplir 20 años Abagnale había cometido fraudes por valor de 2,5 millones de dólares.
Su historia fue llevada al cine por Steven Spielberg, donde Leonardo DiCaprio daba vida a Frank Abagnale y Tom Hanks el agente Joseph Shea (en la película se llamaba Carl Hanratty) que trataba de cogerle.
Éstas son las personalidades que dan vida a Frank Abagnale y Joseph Shea, el personaje real y en la ficción: